La Torre del Rellotge es un antiguo faro construido en 1772 para señalar la entrada al puerto. En 1904, cuando ya habían comenzado las importantes obras de ampliación del puerto proyectadas en 1900, se instaló un gran reloj.

La torre sirvió al geodésico francés Pierre Méchain, a principios de la década de 1790, para calcular la longitud entre Dunkerque y Barcelona y determinar la medida base del sistema decimal: el metro.

También es el punto de confluencia de la prolongación de dos avenidas importantes de la ciudad, el Paral·lel y la Meridiana, que diseñó Ildefons Cerdà siguiendo un paralelo y un meridiano en el Plan Cerdà de Barcelona aprobado en 1860. Está catalogada como Bien Cultural de Interés Local.